lunes, 23 de agosto de 2010

21a Conferencia. Desarrollo libidinal y organización sexual (1916-17)

Como ya se había dicho anteriormente, la sexualidad y la reproducción, no van ligadas.
Se puede ver que para las personas, la palabra ´´conciente´´ y ´´psíquico´´ son lo mismo, pero en el texto, se trata de definir que lo psíquico no es conciente.

Los perversos, pagan su precio por ser satisfechos.Esta satisfacción, puede ser un orgasmo completo.La perversión plena, muerde, palpa, mira, estos son indispensables para un goce sexual.
En cambio, la sexualidad normal, tiene como meta la reproducción.
La diferencia entre sexualidad perversa y normal, es la diversidad de las pulsiones parciales dominantes y las metas sexuales (han nacido desde lo infante).
En la sexualidad infantil, sus pulsiones parciales tienen iguales derechos y cada uno persigue por cuenta propia su placer.
En la infancia, se conoce el placer del órgano. A sus 3 años, comienza un periodo de masturbación infantil o de satisfacción genital (se restaura en la pubertad)
De 6 a 8 años, hay un periodo de latencia, porque se observa una detención en el desarrollo sexual; y lo que hacían antes, se olvida.En el psicoanálisis,se plantea la tarea de recobrar ese periodo olvidado.

Con el psicoanálisis,se construye el desarrollo libidinal:
Organización lexa (pregenital); pulsiones sádicas y anales (pasivo); pulsión de ver y de saber; fase zona erogena de la boca (primitiva).

El desarrollo de la función libidinal, va desde la subordinación de las pulsiones parciales bajo el primado de los genitales, llevando al sometimiento de la sexualidad a la reproducción.

La pulsión sexual, tiene desde el principio un objeto y lo retiene como la pulsión de apoderamiento y las pulsiones ver y de saber.
Se busca un autoerotismo, luego, abandonarlo y encontrar un objeto único.
Se elige a la madre como amor único, en la represión, esto es llamado en el psicoanálisis como el ´´complejo de Edipo´´, donde el niño es egoísta al saber que su madre o padre, esta con alguien diferente a él.
Muchas veces, son los padres los que despiertan este complejo (cuando hay preferencias).
También, se puede presentar el incesto, ya sea con madre o padre.

Los neuróticos, se puede decir que fueron Edipos.
Se presenta también, un fantasear retrospectivo, como el desear a la madre como mujer o querer destruir al padre; en la pubertad, se busca dejar esto de lado.

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